Lo atropellado de los acontecimientos, hace palidecer el editorial “Cloacas Colombinas” del PAIS.es. El viejo López Michelsen afirmo alguna vez que en Colombia todo es urgente, que no sucede nada importante; y los acontecimientos se esfuerzan por darle la razón. Acépteme la siguiente historia -recogida de la prensa en el día a día-, una hipótesis y una pregunta.
LA HISTORIA: -la que ha contado la prensa-: Restrepo, el comisionado de paz, dijo meses atrás que el país no aguantaría la verdad; ¿de cual verdad estaría hablando?, óbviemelo. Marcuso ha estado negociando con USA, y también, semanas atrás fue sometido al polígrafo por el FBI. Él también se destapo, con una periodista de origen austriaco –la que se cuido entrando a la cárcel como visita conyugal para otro retenido-, contando por anticipado lo que la semana anterior dijo a los fiscales en versión libre. Conclusión: es cuidadoso -digamos estratega- y constituye sus seguros, sí seguros de vida. Dijo "muchas cosas novedosas". Marcuso, el estratega, no menciono para nada a su vecino de finca, Álvaro Uribe; pero si dijo cosas que dejan realmente desnudos a sus protagonistas: Los Santos. Uno el experto en banderitas por la paz que ahora aparece negociando un nuevo frente paramilitar; y el otro experto en buen gobierno y "falsos positivos" que aparece complotado para "tumbar" un presidente. Marcuso, o su lugarteniente delinquen desde la prisión, evidencia lograda por la puja de poderes al interior de la PoliNal que le costo el paso a retiro a 11 generales. Hace algunos meses la “contundente” advertencia presidencial señalo extradición para que jefe paramilitar que siguiera en el narcotráfico. Según la evidencia, pareciera que se configura para Marcuso la ejecución de tal advertencia. Dado el terreno excepcional que resulta USA para la Corte Penal Internacional, Marcuso, el estratega, se pondría a salvo de ser sentenciado en esa Corte por delitos de lesa humanidad.
De otro lado Uribe, por los afanes del TLC propiciados por el terremoto político en USA, aparece en Washington en apresurada, muy apresurada, conferencia con la presidente del Senado estadounidense, en la que realmente es ella quien impone el ritmo, y a Uribe le queda como única tarea nombres, condenas y no más investigaciones exhaustivas. En resumen el ejercicio de justicia a la Americana. La semana avanzo y termino con la afortunada aparición de uno de los policías secuestrados por las FARC, el hecho fue un bálsamo y respiro para el gobierno, él cual hizo evidente su acorralamiento en un discurso presidencial televisivo desconectado e inoportuno.
19 de mayo 2007
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